Cultura

RENE THENOT: EL ARTE EN UNA MEDALLA

Por Alejandro Chanique

Periodista, Magister en Gerencia y Políticas Públicas

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha sentido la necesidad de homenajear a quienes estima relevantes para la comprensión de su vida social, histórica y cultural.  En otras ocasiones esta exaltación ha sido utilizada por el ser humano para celebrar a la naturaleza en todas las expresiones de su diversidad y grandeza poética.  El discurso pictórico fue su primera manifestación para reverenciar a sus dioses e inmortalizar su existencia para la posteridad. Durante mucho tiempo se pensó que estas primeras expresiones artísticas  fueron las encontradas en Altamira o Lascaux, pero investigaciones recientes realizadas por científicos australianos e indonesios de la Universidad Griffith de Queensland, Australia, revelaron que al menos 30 mil años antes de las famosas pinturas rupestres en las cuevas europeas de Altamira (España) o Lascaux (Francia), artistas cuya identidad se desconoce ya habían plasmado su huella en remotas cavernas de la isla de Borneo, en Indonesia (Martínez Celis & Botiva Contreras, 2004).

De estas impresiones en las rocas, primeras grabaciones del hombre para retener en el tiempo sus descubrimientos, hasta la creación artística, imponente, de René Thenot, han transcurrido siglos de evolución pictórica bajo los puentes del Arte. Estas huellas pueden situarse como un primer paso en la historia del grabado, pasando por el descubrimiento del fuego y el templado de los metales hasta la elaboración de los cuños para plasmar el arte del grabador en los más diversos materiales.

Esta evolución cruza transversalmente todas las disciplinas. Es así que como para la premiación de los vencedores en los próximos Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokyo 2020, las medallas serán “ecológicas”. El tema de la competencia será ciertamente, recordado por la Historia: Seamos mejores juntos, por el planeta y la gente.

Pero en los albores de nuestra historia reciente, apenas dos mil años atrás, los romanos crearon el denario, monedas metálicas que tenían “como adornos espigas de trigo, cabezas de ganado, figuras que permitían relacionar aquel metal con una idea general sobre el valor de las cosas reflejadas” (Escalante, 2018, p. 49). El denario en sus diversos tipos, no son más que un eslabón de la cadena artístico-creativa, que desde siempre atrajo la mirada de los hombres hacia la representación y figuración de su realidad circundante. Volcar en cada pieza su talento y espiritualidad, para grabar sobre su superficie minúscula el registro de la historia y la naturaleza para la eternidad.  Uno de estos hombres con dichas habilidades fue René Maurice Thenot Peschard, el ciudadano francés que hizo de Chile su hogar hasta el fin de sus días.

La obra de René Thenot en Chile la comprenden más de un centenar de piezas medallísticas sobre temáticas disímiles, de las cuales he seleccionado cinco que representan a juicio de este investigador, una particularidad significativa por su contenido simbólico mirado tanto en lo que respecta a su temática o a la particularidad de su hechura. Por lo mismo, este ensayo no se referirá a otras expresiones artísticas de Thenot como, por ejemplo, la elaboración de la serie de veinticinco sellos sobre la flora y fauna de Chile, que rinde homenaje a su compatriota polímata, naturalista e historiador, Claudio Gay Mouret.

Es un hecho que la vida del artista Thenot estuvo desde su temprana juventud, ligada al mundo del grabado y las medallas. Luego de abandonar los estudios primarios a los once años entró a la Escuela de Artes Decorativas, a estudiar dibujo en los cursos nocturnos, para poder trabajar durante el día. Del dibujo pasó al grabado y ya en 1912, cuando tenía a la sazón diecinueve años, obtuvo la medalla de oro en el concurso anual para los jóvenes obreros de París. Había comenzado, sin saberlo, su viaje a Chile, adonde llegaría después de un largo recorrido por el mágico mundo del grabado, especialmente referido a las medallas. “Entre las muchas manifestaciones artísticas del hombre se destaca en forma bella, variada y desde antiguo la fundición y acuñación de medallas” (Valdés, 1960). Y las medallas fueron la fascinación de este artista, aunque sus trabajos previos a su llegada a Chile fueron sus famosas diez plaquetas de grandes animales hechas en África y acuñadas por la Monnaie de París, por las que obtuvo la medalla de oro en la Exposición Internacional de Artes y Técnicas de París en 1937.

Dentro de la famosa serie de plaquetas de animales africanos podemos destacar la que hizo referida a las gacelas elaborada en bronce con un peso de 114.55 gramos representadas en un rectángulo de 50×75 milímetros.

Imagen 1. Plaqueta Anepígrafa Primera Cara. Gacela.

También es destacable, por su armoniosa composición la elaborada en la serie en alusión a las jirafas. Esta plaqueta, también faccionada en bronce, está montada en un rectángulo vertical con dimensiones de 50×75 mm. y tiene un peso de 127.01 gramos.  

Imagen 2. Plaqueta Anepígrafa Primera Cara. Jirafas.

Finalmente, de esta serie de plaquetas, resalta la fuerza que imprime en la musculatura y postura corporal erguida de un rinoceronte faccionado en un rectángulo de bronce de 50×75 mm y con un peso de 125.89 gramos.

Imagen 3. Plaqueta Anepígrafa Primera Cara. Rinoceronte.

El año en que es premiado en Paris, se volvería particularmente importante en su vida pues le ofrecería el desafío de viajar a un nuevo destino del que ya no saldría más: Chile lo contrataría como grabador para trabajar en la Casa de Moneda de Santiago.

Como todo artista que trabajaría para un organismo estatal, Thenot debió mostrar su talento, rindiendo una especie de prueba de su capacidad. Sus años en África donde grabó sus famosas plaquetas de animales, fueron su currículo para pasar esta prueba ante sus jefes chilenos: un caballo y un toro que representan toda la fuerza expresiva de estos animales tan propios del paisaje campesino chileno. Son estas piezas, en consecuencia, su primera obra en Chile, piezas invaluables hoy en día, de la que también se han hecho galvanos.

Imagen 4. Medalla Anepígrafa Primera Cara. Caballo.

Ambos animales aparecen retratados en su ambiente natural que no es otro que el paisaje campestre chileno, simbolizado en el potrero donde yacen. La figura del caballo sobresale imponente en sus magníficas líneas que describen toda su vigorosa belleza.  De telón de fondo, una yegua amamantando a su potrillo y una corrida de álamos, son el complemento apacible y sereno de un cuadro de singular simpleza estética.

En la segunda cara de esta medalla única, Medalla Anepígrafa, se encuentra el toro en primer plano. El animal irradia su potencia taurina en sus músculos resplandecientes y su expresión severa. Al fondo, el potrero cierra el descanso apacible de las otras reses y se integra a la imagen anterior:

Imagen 5. Medalla Anepígrafa Segunda Cara. Toro.

Comparando esta medalla única con las otras, llama la atención de inmediato, incluso para el neófito en el arte medallístico, el hecho de que no tenga ningún tipo de leyenda o inscripción, lo que responde a la etimología de su nombre: anepígrafa.

La segunda medalla considerada para este estudio representa también a una figura del reino animal: el cóndor. El hecho de que se haya adoptado su imagen para este ensayo se relaciona por el número de grabados que Thenot realizó de esta singular especie. Fueron cuatro versiones del ave nacional. La primera medalla aparece en 1958; en ella, el cóndor se encuentra sobre unas rocas con las alas semiabiertas. A lo lejos, se divisan las montañas y un volcán que humea. Este grabado será utilizado también en las monedas de escudos de 1974 y 1975.

Imagen 6. Cóndor, 1958.

La versión quizás más común que se conoce es aquella diseñada para las monedas de cinco y diez pesos entre 1956 y 1959.  En ellas, el ave nacional aparece con las alas extendidas hacia el cielo, grabado que también fue utilizado por el Banco Central de Chile para la confección de sus medallas otorgadas por años de servicio a su personal.

Imagen 7. Monedas de 2, 5, y 10 centésimos con imagen de Cóndor, 1970.

Por razones de espacio, esta investigación no se referirá a las otras versiones del cóndor en el grabado del artista, dejando en el lector la inquietud por conocerlas. No le fue tarea fácil a este investigador seleccionar estas dos para el estudio, pues todas ellas son valiosas desde el punto de vista estético e histórico. Como dice Valdés en su obra citada, página 4: “Las medallas tienen dos puntos de vista: el artístico y el histórico. Como objetos de arte son sencillamente hermosos y en gran modo valiosos”. Así ocurre con estas medallas de Rene Thenot que comparten ambas características, tanto en lo artístico como en lo histórico.

Seleccionar una tercera medalla para presentarla en este estudio, que más que nada pretende ser analítico e ilustrativo, tampoco fue una tarea fácil. Pero finalmente se optó por la medalla que presenta a José Toribio Medina, personaje vital en la historia cultural e intelectual de Chile. Como señala Martín (2001, p. 93):

En la medalla se conjugan la historia y el arte, para transmitir el recuerdo, la memoria de un acontecimiento o de un personaje insigne. La belleza de sus improntas ejecutadas por artistas eximios, supera la prueba del tiempo y tiene el raro encanto del recuerdo y la conmemoración.

La documentación metálica reunida en un cuerpo orgánico, la descripción y los antecedentes de cada medalla se incorporan a las fuentes de la historia. Toda obra de historia general queda mutilada en una parte esencial, cuando omite el estudio de la medallística propia. La medalla por sus características intrínsecas constituye un documento fundamental en la elaboración de la historia.

De las tres que realizó el artista, se ha seleccionado una que, a juicio de este investigador, es especialmente relevante. Es importante precisar que las tres medallas presentan el mismo anverso puesto que se ha utilizado el mismo cuño, que no es otro que la imagen de José Toribio Medina. Con todo, es importante mencionar algunas peculiaridades sobresalientes de este lado de la moneda. Por ejemplo, no tiene gráfila, aquella orla pequeña de puntos o de líneas que presentan las monedas en su anverso o reverso. Pero el canto presenta un reborde resaltado, con excepción del arco que corta el busto. Sobre el hombro derecho sobresale con nitidez el nombre del artista, y sobre el hombro izquierdo se encuentra grabada la fecha en números romanos: MCMLII. Así mismo, a la altura del cuello en el costado derecho, aparece la fecha de nacimiento y en el lado izquierdo, la de su muerte.

Imagen 8. José Toribio Medina.

Como se dijo, el cuño del anverso de las medallas no cambia, pero sí el reverso. Esta investigación ha seleccionado la segunda de las tres, dejando la primera y la tercera para una segunda publicación. Esta medalla presenta las siguientes características que se describen y comentan a continuación de la presentación de la medalla en sus dos caras:

Imagen 9. Medalla N. 2. José Toribio Medina. Fuente: Memoria chilena. Biblioteca Nacional de Chile http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-99976.html

 Al igual que la primera y la tercera, la segunda medalla tiene un módulo de cincuenta milímetros, tres milímetros de grosor y pesa cincuenta gramos. Tiene canto liso y rebordes que sobresalen, enmarcando y resaltando las improntas. El reverso difiere de la primera y la tercera en su contenido. En la mitad superior se encuentra el escudo de armas de la ciudad de Santiago, de forma española con anterioridad al siglo XVIII, que contiene en su centro un león que carga una espada en el hombro derecho. “Bordura de azur, cargada de ocho veneras (oro), timbrado de corona ducal”, como lo describe Ferrari en la página 73 de su texto.

Al lado izquierdo del escudo se encuentra un gajo de olivo de cinco hojas y tres frutos prendidos a un tallo pequeño. En el lado derecho, un gajo de roble con cuatro hojas y dos bellotas unidas también a un tallo.

En la mitad inferior, en seis líneas, la leyenda: “HOMENAJE DE ◦ LA ◦ ILUSTRE MUNICIPALIDAD ◦ DE ◦ SANTIAGO ◦ EN ◦ EL ◦ CENTENARIO DE ◦ SU ◦ NACIMIENTO 21 ◦ DE ◦ OCUTUBRE 1952”. Sin gráfila y el canto es con reborde. De esta segunda medalla, que fue mandada a acuñar por la Ilustre Municipalidad de Santiago,  se hicieron ciento veinte en bronce y veinte en plata. Las primeras se entregaron a los delegados extranjeros e invitados especiales, en una ceremonia en el Palacio Cousiño. Las de plata se entregaron a los miembros de la Comisión Nacional de Conmemoración del Centenario del Nacimiento de José Toribio Medina.

Una medalla que para René Thenot significó algo muy especial, es la cuarta que esta investigación ha seleccionado para su presentación. Su valor está determinado por el afecto del artista hacia el personaje grabado para la posteridad. Además, representa uno de sus últimos trabajos, porque al poco tiempo, moriría:

Imagen 10. Joaquín Marcó

Joaquín Marcó fue su jefe y amigo en la Casa de Moneda de Chile. Lo que llama la atención en este grabado, es la calvicie de Marcó, porque en todas sus medallas se destaca la destreza con que ilustra la cabellera de los diferentes personajes. Pero aquí, resalta la calvicie de su jefe y amigo con trazos nítidos y profundos que arman un perfecto conjunto armónico con el rostro.

Como se aprecia en la Imagen número 7, el anverso presenta el busto a la derecha del personaje, en cuanto que a su izquierda, se registran los años de nacimiento y muerte. En el borde derecho, en semicírculo, el nombre del homenajeado. La medalla, cuyo grosor es de 50 milímetros y pesa 70,1 gramos, no tiene grafila, pero sí se destaca su borde resaltado que enmarca toda la imagen, y sobre el que descansa el cuello de la chaqueta.

El reverso, por su parte, presenta en la mitad inferior la prensa de volante con la ceca de Santiago, simbolizada por la letra “S”. A la izquierda se observa una rama de laurel y a la derecha una rama de encino, con toda seguridad porque la encina simbolizaba la justicia y la fuerza para los griegos, mientras que el laurel estaba consagrado al culto, como una señal de gloria. Tal vez, en este homenaje a su amigo, Thenot pensaba en sus propios conceptos que reflejaban su labor: SOLEDAD – FUERZA – PACIENCIA – VALOR.

La vasta obra de René Thenot en Chile, torna difícil cualquier selección. Finalmente, y para cerrar este estudio se ha escogido la medalla que Thenot hizo en honor del centenario de la 5ª Compañía de Bomberos Pompe France de Valparaíso. Dicha medalla, elaborada en bronce, posee un diámetro de 50 mm. En su anverso dibuja con gran detalle la imagen de la segunda bomba a palancas de la Compañía bautizada como la “Parisienne” por su origen francés y, en su reverso, el lema de dicha compañía de bomberos dividiendo la medalla con la frase: “Honor y Abnegación”. La citada cara de la medalla presenta en la parte superior del lema, un casco de bombero apostado en un manto de laureles y en la parte inferior de la misma frase un conjunto de copihues entrelazados con rosas, mostrando en este efecto artístico la unión existente entre Chile y Francia.

Imagen 11. Medalla 5ª Compañía de Bomberos Pompe France de Valparaíso

Esta presentación, dado lo extenso de la obra artística de Thenot es una breve y sintética exposición de gusto muy personal, de estas cinco medallas que simbolizan realidades significativas del proceso creativo del artista y su íntima relación con cada una de ellas. De cualquier forma, el universo que rodea a cada medalla, la convierte en una pieza única, invaluable, para comprender de mejor manera los diferentes momentos políticos, históricos, sociales y culturales por los cuales ha atravesado, en este caso, la Historia de Chile, retratada en el bello trabajo de este artista francés.

BIBLIOGRAFÍA

Ávila, A. (1965). El arte de Rene Thenot en la medallística chilena. Santiago: edición Casa de Moneda de Chile.

Chanique, G. (2000). Primer catálogo numismático de Chile (1st ed.). Santiago: edición particular.

Escalante, F. (2018). “El Arte detrás de la Moneda conmemorativa del centenario de Bellas Artes”, Moneda / Cultural. En http://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Moneda/moneda-175/moneda-175-08.pdf Obtenido el 10 de enero de 2019

Ferrari, J. (1954). “Medallas chilenas en homenaje a Medina”. En Numisma, Año 4, N. 11 (Abril-Junio).

Martín, C. (2001). “La medalla como elemento de construcción en la historia de los pueblos”. En Jornario. Jornadas Nacionales de Numismática y Medallística. San Francisco. Agosto 18 y 19. En http://www.centrosanfrancisco.org.ar/noticias/JORNARIO2001.pdf Obtenido el 10 de diciembre de 2018.

Martínez Celis, D., & Botiva Contreras, A. (2004). Manual de arte rupestre de Cundinamarca. Bogotá́, D.C., Colombia: Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), Grupo de Arqueología y Patrimonio.

Valdés, S. (1960). El arte de la medalla. En https://www.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/56900/1/255475.pdf Obtenido el 10 de enero de 2019.

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